Larreta justifica contratos personales de más de $600.000 como “evaluaciones” artísticas de HipHop


Hace unos días te mostramos que el hermano menor de la cocinera Narda Lepes, registrado en AFIP como proveedor de “Servicios informáticos”, cobró $600.000 por diseñar una escenografía. Hoy te vamos a mostrar a una profesora de estadística (y a su socio en una consultora de opinión pública) cobrando $1.310.000 por una “evaluación artística” de HipHop, junto a una empleada del Ministerio Publico Fiscal especialista en derechos vulnerados contratada por casi medio millón para realizar la misma tarea, y a un doctor en Ciencias Sociales que cobró $82.500 mensuales del GCBA para evaluar culturalmente a la danza como “producción cultural no oficial en CABA”.

La Licenciada en Sociología Marcela Grinszpun posee una Maestría en generación y análisis de información estadística, es Docente Regular de Metodología de la Investigación en la UBA – Ciencias Sociales, Docente Regular de Estadística Básica para Economía y Administración de la Universidad Nacional de Quilmes, Docente de Elementos Estadística del Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN) dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, Docente de la Universidad del Museo Social Argentino y ahora, gracias al Ministro Avogadro, consiguió una changuita extra y el GCBA le hizo un contrato personal para evaluar artísticamente “los ciclos de HipHop, el Festival de Rap y Trap adolescente Clave 13/17 y la Programación Bimensual” por la suma de $655.000.

Grinszpun y su socio, el licenciado Emilio Cabello, llevan adelante la consultora Pulso Local, especializada en Investigación Social y Opinión Pública.

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Al igual que su socia, Cabello recibió un contrato idéntico por la suma de $655.000 para convertirse también en “evaluador” de HipHop, totalizando $1.310.000 entre ambas contrataciones.

No encontramos en los currículums online de los profesionales de la estadística aplicada a la investigación, experiencia previa como evaluadores en el área de las artes escénicas.

Cabello y Grinszpun están registrados como persona jurídica en AFIP (con el CUIT 30-71087844-3) a fecha 15 de febrero de 2009 sin embargo, los contratos del GCBA fueron realizados de manera personal. Ambos figuran en ANSES como empleados en relación de dependencia del Museo Social Argentino donde Cabello es profesor de la carrera de Sociales y Grinszpun de Psicología.

No es la primera vez que Grinszpun trabaja para el GCBA. Entre 2014 y 2015, 2014-2015 se desempeñó como Investigadora del Ministerio de Desarrollo porteño, donde realizó el “Estudio de Consumo de Sustancias en Escuelas Medias de la CABA” y desde el año 2017 dirige el proyecto de “Medición de públicos y posicionamiento del Centro Cultural Recoleta“, dependiente de la Subsecretaría de Políticas Culturales y Nuevas Audiencias porteña.

#ElRecoleta es una cueva del gasto público que con un presupuesto de $219.832.905 para la Dirección General y otro de $172.805.580 solo para “Difusión de las artes”, permite que los contratos personales con las descripciones más bizarras se multipliquen por doquier.

Al millón trescientos diez mil erogado para Grinszpun y Cabello se suma un tercer contrato por $487.002 a nombre de Jessica Malegarie, quien de acuerdo a su cv en LinkedIn se desempeña actualmente como Responsable del Trabajo con derechos Vulnerados en el Ministerio Público Fiscal porteño. Luego de asesorar en la Legislatura porteña a la Comisión de infancia y tras presidir el Consejo de Derechos de niños, niñas y adolescentes, Jessica dirigió los programas de la Fundación Cimientos y luego ingresó al Ministerio Público Fiscal para, en la actualidad, dedicarse a realizar “evaluaciones artísticas de HipHop” para Larreta (?).

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Jessica Malegarie

En la fundación Cimientos, Jessica trabajó con Melina Gordine, la Directora de RRHH de la ONG que ahora también se dedica a realizar “evaluaciones artísticas de HipHop” para Larreta por unos módicos $20.000 mensuales.

La contratación de profesionales de las Ciencias Sociales como “evaluadores” de distintos tipos de baile parece ser una nueva costumbre del gobierno porteño.

Un caso similar ocurre con el Doctor en Sociología Matías Ignacio Zarlenga. De acuerdo a su CV online Zarlenga trabaja como Profesor Adjunto Interino con dedicación exclusiva para la Universidad de 3 de Febrero, es Investigador Colaborador (CECUPS-Universidad de Barcelona) y Profesor Titular (UNTREF-Virtual). De acuerdo a ANSES se encuentra empleado en Relación de Dependencia por la UNTREF y también por la Asociación Civil Universidad Del Salvador, pero además tiene tiempo para desempeñarse en el GCBA como “evaluador cultural de la Danza“. Tanto es así que Larreta le paga un sueldo mensual de $82.500 por dicha tarea.

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Evaluador Cultural de la Danza

La multiplicidad de contratos que convergen en las mismas personas es tal que uno se pregunta cuantas horas dedican realmente a cada empleador. Otra de las dudas es cual es la experiencia real de estas personas dentro del género artístico como para cobrar sueldos siderales por evaluar distintos tipos de baile o bien cual será realmente la contraprestación a estos abultados contratos que inundan las páginas del Boletín Oficial porteño.

Entretanto, Avogadro continúa sumando contratos personales a profesionales de diversas áreas que figuran prestando “servicios artísticos” junto con clowns, mimos y malabaristas. 

 

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3 comentarios

  1. soy artista. trabaje para ellos 4 años…nos pagaban miseria…cuando veo estos números me lleno de odio y de seguridad…el gobierno siempre nos va a utilizar…siempre nos va a querer sacar el jugo… que bronca

  2. Vamos a suponer por un momento que no fuesen contratos para darle dinero a sus amigos, y que fueran contratos para “evaluaciones artísticas”, ¿qué tiene que hacer un gobierno en éstas lides?

    ¿Por qué una gestión que debría encargarse de los servicios comunes de una ciudad, se arroga el derecho de interferir en lo que sea cultura, educación, pensamiento y cuestiones vinculadas a la vida privada y el espíritu de las personas?

    Y así estamos, asumiendo que el bendito “Estado” es una parte nuestra, cuando es un ente autárquico, con vida propia y que se ha convertido en nuestro verdugo. En vez de dar “servicios”, tienen que dejar de cobrar y verán que la gente se organiza por su cuenta… no solo aprendemos rápido, sino que además nos sobra plata si no los mantenemos a ellos.

    El “engorde” de organizaciones enormes solo genera “grasa”, no músculo; en términos termodinámicos, el Estado y sus satélites son la entropía del sistema, y sólo los parásitos viven de ella.

    Los presupuestívoros como Larreta, el hijo disminuido de Franco y todos los peronistas y sindicalistas, que viven y aspiran a vivir eternamente de nosotros, tienen los días contados; no por nuestras grandes acciones (tema penoso, por cierto), sino por la impericia y gula de ellos mismos, que llevará al sistema al punto de quiebre, y sobre esas ruinas comenzaremos a organizarnos localmente, sin punteros, sin “subsidios”, sin limosnas generadas en lo que nos robaron.

    1. Apuesto que ninguno cobró esas cantidades. Se debe estar desviando ese dinero para la campaña.

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